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Perspectivas profesionales

Perspectivas profesionales y educacionales en Biblioteconomia y Ciencias de la información
(Autor: Ricardo Rodríguez Barboza)
(Traducción: Enrique Torrealba EBA-UCV)
Tomado de Ciencia da Informacao., Brasilia, v.27, n. 1,p. 1-102,ene./abr. 1998

RESUMEN

En el artículo se analizan las áreas de la Biblioteconomía/Ciencias de la información, en términos de los desafíos y oportunidades actuales para los profesionales y para los programas de formación profesional. Son abordadas las desventajas de una denominación tradicional de la profesión, usualmente asociada a la biblioteca y al libro. Son descritas las soluciones adoptadas por escuelas, departamentos y entidades profesionales, especialmente de América del Norte y Gran Bretaña Se aportan oportunidades para profesionales de la información poseedores de habilidades diversas. Se presentan modelos que reflejan la importancia y exportación del conocimiento en la biblioteconomía/Ciencias de la información y otras áreas. Se defiende la necesidad de promoverse la aplicación del conocimiento específico del área de biblioteconomía/ciencias de la información en contextos y ambientes informacionales amplios.
Palabras clave: Biblioteconomía, Ciencia de la información, Formación profesional, Nuevas tecnologías.

INTRODUCCION

Los avances tecnológicos siempre ejercerán profundos efectos en los seres humanos. Ese fenómeno viene ocurriendo desde tiempos inmemoriales, mas se fue tornando más importante en términos de sus efectos en la sociedad posterior a la revolución industrial. Actualmente, hemos observado cambios sin precedentes en la naturaleza del trabajo de las organizaciones. El ritmo con que las nuevas profesiones están surgiendo y las profesiones tradicionales se transforman es muy veloz. Entre los diversos campos profesionales contemporáneos que más han sido afectados por los avances de las tecnologías computacionales y de telecomunicaciones, se destacan aquellos cuya fase recae sobre la creación, procesamiento y diseminación de la información.

No hay una definición universalmente aceptada respecto a lo que constituye un profesional de información. Los primeros estudios sistemáticos, al respecto de la llamada economía de la información adoptan criterios amplios, y se incluían en esa categoría profesionales como investigadores, ingenieros, planificadores, diseñadores industriales, gerentes, contadores y todos aquellos “eventualmente remunerados para crear conocimiento, comunicar ideas, procesar información” (Porat, 1977, p.3). Mas recientemente Strassman (1985) también adopta una conceptualización muy simple definiendo al profesional de información como aquel que trabaja con información en vez de con objetos. Sobre esa perspectiva, grandes categorías profesionales como, servicios financieros, negociadores de inmuebles, administradores, servicios técnicos y científicos, deberían ser vistas como profesionales de la información. Este es un enfoque inadecuado, porque aunque todos los grupos nombrados trabajen de alguna manera con información, esto no constituye un objeto central de su actuación profesional.

Felizmente, se observan iniciativas en sentido de definirse con mayor precisión que son los profesionales y organizaciones de información. En un plano más amplio, por ejemplo, algunos órganos nacionales de estadística están comenzando a adoptar clasificaciones capaces de formar una visión mas apropiada del área. El North American Industry Classification System, adoptado en 1995 por Canadá, México y Estados Unidos, incluido el sector de información (Información e Industrias Culturales en Canadá E Información de Medios De Comunicación de Masas de México) los subsectores de publicación (revistas, periódicos, libros, bases de datos, software), de cinema, difusión y telecomunicaciones (radio, televisión, telecomunicaciones) servicios de información (servicios informativos, bibliotecas y archivos) y servicios de procesamiento de datos y transacciones (Statistic Canada, 1997).

En un momento en que se procura mencionar la creciente importancia de los sectores productivos que lindan con la información, y en que se observa la continua introducción de nuevas tecnologías de información y se contrasta el desenvolvimiento que Miksa (1996) llamaba “campos de información hermanos” (procesamiento de datos, sistemas de información, ciencia de computación, ciencias de información, inteligencia artificial, multimedia, etc.), es irónico observarse que el papel de las bibliotecas y de los bibliotecarios está siendo colocado recientemente.

Con objeto de prestar contribución al debate relativo a la materia, este trabajo irá inicialmente analizando las perspectivas de los profesionales con entrenamiento en las áreas de Biblioteconomía/Ciencias de la información (BCI) en el mercado de trabajo. Serán discutidas las estrategias recientemente adoptadas por las escuelas y departamentos del área para hacer frente a las amenazas de aprovechar las oportunidades emergentes. Serán analizadas presentando un modelo que sintetiza las principales direcciones de cambios de currículos de las escuelas de BCI. Finalmente, serán discutidas algunas oportunidades para la aplicación de contenidos de temas del área de BCI en contextos informacionales amplios.

¿MERCADOS DE TRABAJO DECRECIENTES?

Los datos relacionados con profesionales del área de BCI son escasos y aparentemente contradictorios. Por ejemplo, algunos autores argumentan que, en términos de grupo, los bibliotecarios constituyen una parcela cada vez menor dentro de la constelación de profesionales de información, o sea, en cuanto al sector de información como un todo esta va creciendo, y no obstante la participación en ese espacio por parte de ellos va declinando (Katzer, 1990). Ahora ese fenómeno necesita ser mejor documentado, con los datos que se aportan en ese sentido.

En Canadá, por ejemplo, el mercado de trabajo como un todo creció cerca de 11% entre 1986 y 1991. En el mismo período, el número de profesionales de las áreas de biblioteconomía, museología y archivística subieron de 26.535 para 30.125, registrando, por lo tanto, un crecimiento de 13,53 %. O sea, para esa categoría, se registró un crecimiento un poco por encima del aumento del mercado de trabajo nacional. Entonces como base de comparación, se contrasta con un número de profesionales del área de organización y métodos, ahora muy inferior entre (10 900 en 1986 y 16 350 en 1991), tuvo un crecimiento cerca del 50%. De la misma forma, los puestos de trabajo de las áreas de matemática estadística, análisis de sistemas y relacionadas pasaron de 110 665 a 164 420 (crecimiento de 48,57 %) Y ahora los operadores de equipos de procesamiento de datos subieron de 112 270 a 137 520, correspondiendo a un aumento de 23,59% (Statistics Canadá, 1993). Se observa que dos factores fueron considerados en este tipo de análisis, el número de profesionales empleados y la tasa de crecimiento de la categoría profesional. Este tipo de análisis permite registrar apenas la participación, en determinado momento, de categorías profesionales del mercado de trabajo, mas indica también tendencias de su evolución a largo plazo.

Los datos aportados con Anterioridad se refieren a profesionales formalmente empleados en áreas de biblioteconomía, museología, y archivología. Se sabe, no obstante, que muchos de los egresados de los programas de BCI no son empleados de esas áreas. De hecho, los números otorgados por Dalrymple (1997) contrastan con los aportados por el censo canadiense, pues indican un crecimiento impresionante del número de alumnos graduados y matriculados en las escuelas americanas acreditadas por la American Library Association (ALA) en el área de biblioteconomía y ciencias de la información. Segundo en los datos de esa entidad presentados por esa autora, en 1986, había 8 557 alumnos matriculados en los Estados Unidos. Diez años mas tarde, ese número había subido a 12 586, indicando un aumento de 47%. No se sabe que porcentaje de esos alumnos buscaría empleo en bibliotecas y cuantos seguirán la carrera en otros campos de la información. Sin embargo, el nivel de empleo en el campo de las bibliotecas está mostrando señales de estancamiento, los datos anteriores indican que las oportunidades de empleo para los nuevos egresados están siendo más promisorias en otros campos de trabajo con información.

Las indicaciones de un mercado de trabajo receptivo para los egresados de los programas BCI son promisorias, esto fue reseñado por Cronin (1993). Con base en el análisis de 360 anuncios de empleo publicados en periódicos, y en entrevistas con profesionales que se desempeñan en el mercado de trabajo americano, esos autores concluyeron que, son promisorias para aquellas personas poseedoras de un conjunto adecuado de competencias, las oportunidades de empleo que se encuentran distribuidas en un gran número de sectores de actividades industriales. Las denominaciones de los cargos catalogados en una pesquisa anteriormente mencionada son extremamente diversas y no sugieren, a primera vista, una relación directa con BCI. La lista incluye cargos como especialista en datos, especialista en redes de computadoras, especialista en información mercadológica, especialista en información, gerente de archivos, indizador de documentos legales, especialista en microfilmes, etc. Algunos cargos son muy específicos, tales como especialista en información farmacológica, analista senior de redes locales, especialista en información sobre cáncer, auditor de información en enfermedades, ejecutivo de marketing para publicaciones electrónicas, etc.

Los datos anteriores, tomados en conjunto, refuerzan la hipótesis de que hay simultáneamente disminución de las oportunidades de empleo en bibliotecas y crecimiento de ofertas de trabajo en otros sectores informacionales. Infelizmente, no hay datos sobre el mercado de trabajo en Brasil a ese respecto, los estudios realizados en ese campo son necesarios para que los programas de capacitación puedan ajustarse a las demandas del mercado.

Se atribuye que hay dos factores que contribuyen a la posición desfavorable en que se encuentra la institución biblioteca y los profesionales a ella vinculados, el actual cuadro de explosión de recursos informacionales y el aumento de la importancia de la información como recurso estratégico en los más diversos contextos y su propia denominación.

¿Y QUE CONTIENE UN NOMBRE?

Las escasas oportunidades de los profesionales del área de la biblioteconomía en el mercado de trabajo reflejan, en parte, la visión que la sociedad tiene sobre ellos y la visión que tienen los profesionales de ellos mismos. Los nombres que las profesiones reflejan es por lo que sus profesionales hacen. Por ejemplo, los administradores gerencian organizaciones, los psicólogos lidian con el comportamiento humano, los sociólogos analizan los aspectos de la sociedad. ¿Y el bibliotecario qué hace? ¿Lidia con libros en bibliotecas? Claro que esta visión nada mas refleja lo que viene ocurriendo dentro de las bibliotecas y no ahonda lo que sucede en otros dominios de la información. Sin duda, biblioteca y bibliotecario son términos que se volverán más amplios y no se refieren exclusivamente a un edificio que guarda libros o a un profesional que trabaja dentro de él (Hayes, 1988). No obstante, las visiones equivocadas y estereotipadas de los bibliotecarios y las bibliotecas ahonda persistentemente en diversos segmentos de los ambientes institucionales y profesionales.

En verdad, el libro (biblos) y la biblioteca son apenas un soporte y un local donde la información se encuentra depositada y almacenada. El verdadero “negocio” de la biblioteconomía es la información, y no los libros. En un importante artículo publicado originalmente en 1960 y nuevamente divulgado 15 años después, Levitt (1975) llamó “miopía mercadológica” la concepción equivocada por parte de algunos administradores con respecto al negocio de sus empresas. Ese autor utilizó como principal ejemplo de su argumento las líneas ferroviarias Norteamericanas, que a finales del siglo pasado y al inicio de este siglo, no dieron la debida importancia a la concurrencia de automóviles, camiones, aeronaves y el mismo teléfono, porque ellas se veían como actores del sector rodovías y no del sector de transportes.

Ese principio de marketing fundamenta la conclusión de que el verdadero negocio de la biblioteca es la información, las personas que concurren a ella y los profesionales que en ella actúan, en una perspectiva amplia, son servicios de información para profesionales oriundos de las áreas de computación, administración, comunicación y otros. La tentativa de vencer las barreras relacionadas con esas concepciones restrictivas es aprovechar las oportunidades emergentes, escuelas y departamentos de BCI que han procurado promover la ampliación del conjunto de habilidades y desarrollar actitudes compatibles con las nuevas realidades de sus alumnos.

CRISIS DE ADAPTACION CREATIVA

En el actual cuadro de rápidas y profundas transformaciones de naturaleza tecnológica y mercadológica, muchas escuelas del área de BCI en América del Norte no consiguieron adaptarse y cerraron sus puertas especialmente en la década de los ochenta. Con respecto a este tema, París (1990) relata que, comenzando con la Graduate School of Librarianship de la University of Oregon en 1978 y terminando con la School of Library Service de Columbia University en 1990, 15 programas de enseñanza cerraron sus puertas en los Estados Unidos. Al analizar con profundidad cuatro de estos casos, esa autora constató, entre otros factores, la falta de entendimiento entre el cuerpo de docentes del área y las autoridades universitarias así mismo como problemas de personalidad y roces personales.

Las razones para la cancelación de los programas son complejas y se envuelven en la creencia de las autoridades universitarias que el mercado para los graduados en BCI estaba disminuido, los costos eran elevados y había temores de que los nuevos currículos del área constituían una amenaza para otros cursos (Estabrook, 1989; París, 1990). En algunos casos las fusiones entre departamentos fueron consideradas soluciones menos drásticas que la cancelación de los programas. Se constata actualmente que las 70 facultades e universidades que ofrecían cursos en el área en marzo de 1982 disminuirían a 56 al final de 1996. No obstante, como ya se dijo, esos programas son responsables de la formación de un número creciente de graduados (Dalrymple, 1997).

El debate ocurrido dentro de las escuelas y departamentos de BCI, especialmente en América del Norte y Gran Bretaña resulto en modificaciones significativas de sus misiones y sus normas. A ese respecto pueden ser mencionados los ejemplos del Postgraduate School of Librarianship de la Universidad de Sheffiel, en Gran Bretaña, que fue fundado en 1963, y cambió su nombre en 1981 para Departamento de Estudios de Información. En Canadá la antigua Library School de la Universidad de Toronto actualmente se llama Faculty of Information Studies. Adoptando un cambio más radical, la Escuela de Estudios de Información y Bibliotecas de las Universidad de Michigan se llama ahora simplemente Escuela de Información.
En Brasil ya se observan cambios de las denominaciones de los programas educativos en el campo. Por ejemplo, en la Universidad de Brasilia, hay un Departamento de Ciencia de la Información y Documentación; en la Universidad de Sao Paulo un Departamento de Biblioteconomía, Documentación y Ciencias de la Información; en la Universidad Federal de Minas Gerais, hay un Departamento de Organización y Tratamiento de la Información.

Los nombres de los profesionales han cambiado a lo largo del tiempo, y actualmente el nombre de profesional de la información es cada vez mas aceptado en América del Norte y en Gran Bretaña. En contextos como el nuestro, no obstante, la cuestión del nombre del profesional es más compleja de lo que es el nombre de los programas, las escuelas y departamentos, a la vez que envuelve cambios en la legislación y también cambios de naturaleza cultural. Por ello es necesario reseñar que en el área de la información tienen intereses otros grupos profesionales, por ello, no siempre esos cambios se hacen en el ámbito de las universidades y el mercado profesional. A este respecto, Estrabook (1989) destaca que el desafío del profesional de la biblioteconomía está en lindar con la concurrencia de otros sectores que desean obtener control sobre determinados segmentos del trabajo informacional.

REGLAMENTACION DEL EJERCICIO PROFESIONAL

La legislación brasileña no se ha adaptado a las transformaciones de naturaleza tecnológica, social y económica que afectan el contenido de las profesiones. Actualmente se observa cada vez mas como emergen espacios de trabajo que podrían ser caracterizados como “transprofesionales”, o sea aquella área ocupada por el psicólogo con conocimiento de administración que actúa en el campo de entrenamiento profesional, de la administradora con especialización en computación y gerencia de sistemas de informaciones gerenciales, y la especialista en computación gráfica que actúa en el área de comunicación, o el bibliotecario que actúa en servicios de información tecnológica, etc.

Ante esa tendencia de “migración” de los profesionales en diferentes especialidades, los empleadores han demostrado mas interés en contratar personas que posean la preparación necesaria para cumplir con los requisitos de los cargos que en saber si la persona posee un diploma en una u otra área. Así es imperativo que se haga una evaluación de la legislación sobre el ejercicio profesional en el sentido que esté adecuada a los nuevos tiempos, mas también en el sentido de adaptarlo a las realidades que están por venir.

Entidades como la American Library Association de Norte América y la Library Association de Gran Bretaña ejercen un papel importante con el establecimiento de criterios para los programas de capacitación profesional en el área de información. Por ajustarse de forma mas constante y atenta las tendencias tecnológicas y las transformaciones del mercado de trabajo, esas entidades pueden actuar con mayor eficiencia que los órganos legislativos oficiales en el sentido de reglamentar el ejercicio profesional. Se espera que eventualmente un sistema parecido sea puesto en práctica en Brasil.

No se pretende sugerir que esos cambios sean fáciles de implementarse. En el caso de la biblioteconomía es peculiar este contexto, una vez que sean removidas las fronteras impuestas por el paradigma de la biblioteca y el libro, el ejercicio de la profesión adquirirá una enorme tal vez exagerada amplitud. Es preciso tomar en cuenta las soluciones que están siendo adoptadas en otros países; en fin, en el campo de la información, las oportunidades y amenazas en el ejercicio profesional ocurren de forma casi simultánea en todo el mundo. Esto demandará un esfuerzo articulado por parte de nuestras escuelas, departamentos y asociaciones de profesionales en el sentido que se adopten estrategias capaces de adaptar y modernizar los programas de manejo de recursos humanos y que a su vez sean capaces de promover, junto a sectores relevantes de la sociedad, un profesional con un nuevo perfil.

PROFESIONALES CON UN CONJUNTO MAS AMPLIO DE HABILIDADES

El manejo de la información en la sociedad contemporánea requiere de la actuación de profesionales con gran variedad de competencias (Herring, 1991). A su vez esa complejidad, característica del campo de la información, exige abordajes interdisciplinarios para la solución de problemas. De hecho, House (1996) argumenta que la base del conocimiento de la profesión de BCI consiste en áreas de recuperación de información (principios y métodos para la organización y recuperación de la información), intermediación (comprensión de las necesidades y comportamientos organizacionales de personas y grupos en los procesos relacionados con la producción, flujos, uso de los métodos de mediación entre el usuario y la información), tecnología de información en el contexto social (los ambientes social, político, legal, económico y organizacional que afectan la producción, flujos usos y comportamientos relacionados con la información). A pesar de ello el profesional carece de conocimientos más específicos, relacionados con el funcionamiento de la agencia de información, o sea sus herramientas (catálogos, reglas de catalogación, esquemas de clasificación), el papel de sus agentes o intermediarios en gerencia.

Sobre una perspectiva mas práctica, la Special Libraries Association (SLA) desarrolló una lista de competencias profesionales y personales para bibliotecarios especializados (también puede ser aplicado a cualquier profesional de la información). De acuerdo con la SLA un bibliotecario especializado:

1) Posee conocimiento especializado en el contexto de los recursos informacionales, incluso competencia para hacer evaluaciones críticas;

2) Posee conocimiento especializado del negocio su organización o su cliente;

3) Desarrolla y gerencia servicios de información eficaces y eficientes en términos de costos que se encuentran alineados con la dirección estratégica de su organización;

4) Ofrece apoyo y entrenamiento de excelencia para los usuarios de su biblioteca o servicio de información;

5) Evalúa necesidades de información, proyecta y comercializa servicios de información de alto valor agregado como una forma de atender las necesidades identificadas;

6) Utiliza una tecnología de información apropiada para adquirir, organizar y diseminar la información.

7) Utiliza abordajes gerenciales apropiados para comunicar la importancia de los servicios de información para la alta administración;

8) Desarrolla productos de información especializados para el uso interno o externo de la organización o por clientes individuales (por ejemplo, desarrolla bases de datos, crea home pages, archivos de texto integral, etc.)

9) Evalúa las consecuencias del uso de la información y conduce estudios enfocados ala solución de los problemas de gestión de la información;

10) Adapta continuamente los servicios de información en función de nuevas exigencias;

11) Es un miembro integrante del equipo gerencial es un consultor de la organización en asuntos relativos a información.

La actual tendencia de que se introduzcan constantes innovaciones en los programas de capacitación profesional en el área de información, ya está mereciendo una postura de cautela por parte de los administradores de tales programas. En la Observación de Galvin (1995), nuevas especializaciones, tales como gerencia de recursos informacionales, gerencia de redes de telecomunicaciones y proyecto de sistemas de información, indican una tendencia de separatismo y divergencia en el área de BCI. El mismo autor observa una proliferación de títulos ofrecidos en el área (master en biblioteconomía, master en gerencia de recursos de información, especialista en información geográfica, master con especialización en sistemas de información gerenciales, master en telecomunicaciones, master en estudios archivísticos y otros) se crea un cuadro muy confuso para las personas externas. Esa “diversidad, duplicación y fragmentación son onerosas para las universidades que confunden tanto a los empleadores como al público en general, que en la mejor de las hipótesis, posee apenas una vaga noción de lo que hacen los profesionales de la información, o sobre la ciencia de la información” (Galvin, 1995, p.11).

De hecho tal vez revelando una relación exagerada por parte de los responsables de los programas de capacitación en el área de BCI, un cuadro de “miopía metodológica”, descrito anteriormente está siendo sustituido por lo que el propio autor llama “manía mercadológica” o sea, una preocupación excesiva en satisfacer los menores caprichos de los clientes (Levitt, 1975).

En muchos aspectos, la profesión de información se asemeja a la administración. Los dos son campos multidisciplinarios, o sea, que se alimentan de disciplinas de los más diversos campos de conocimiento. Sin embargo, al contrario del área de BCI en el campo de la administración existe un consenso de que la práctica profesional se apoya en contenidos básicos, tales como la teoría de la organización, marketing, finanzas, producción de métodos cuantitativos, etc. En la práctica gerencial los conceptos aplicados por un profesional del área de recursos humanos es muy diferente de aquellos usados por un gerente con especialización en fianzas. No obstante, la administración no padece de una crisis de identidad que caracteriza el área de BCI. Un análisis a profundidad de ese fenómeno fue el propósito de este artículo. No obstante se acredita que esos factores, estén en mayor cantidad en las escuelas de administración (que viabilizan al mismo una formación básica en diversas líneas de especialización). Por ello se acredita que ha llegado el momento de promover al mismo tiempo el crecimiento de los programas de enseñanza en el campo de la BCI y la adopción de un currículo que pueda ofrecer al mismo tiempo una formación integrada y diversificada para los profesionales de información.

Como una tentativa de adaptar sus programas educativos a nuevas realidades mercadológicas y tecnológicas, los programas de capacitación en el área de BCI están siendo modificados de manera sustancial, por intermedio de la instrucción de nuevos contenidos y disciplinas. Esas tendencias serán analizadas a continuación.

INTERCAMBIOS DE CONOCIMIENTO Y DESARROLLO CURRICULAR

Antes de que se enfocaran las tendencias de desarrollo de los currículos escolares en el área de BCI, se considera necesario aportar algunos elementos básicos sobre el proceso de intercambio de conocimiento entre campos profesionales. Así mismo se observa que una disciplina originaria de un determinado campo puede ser incorporada en otro campo pudiendo sufrir adaptaciones. En este caso, por ejemplo la disciplina comportamiento organizacional, que tiene origen en áreas de psicología y sociología actualmente forma parte del currículo básico de la mayoría de las escuelas de administración. De la misma forma la disciplina teoría de la clasificación se basa en principios de lógica, filosofía y taxonomía biológica (Chan, 1994) y actualmente es considerada disciplina principal de la educación en BCI (Hayes, 1988). Se observa así que tanto en el área de BCI como en otros se ha dado un proceso de diseminación/absorción de contenidos entre campos del conocimiento.

Con el fenómeno de diseminación los diversos contenidos que componen el acervo relativo a un campo profesional pueden ser vistos sobre la perspectiva de un lugar o ambiente en que se ha determinado el contenido aplicado. Así una disciplina como técnicas psicoterápicas puede ser aplicada en ambientes tradicionales de psicología (un consultorio, por ejemplo) o en otros contextos como, por ejemplo, el entrenamiento de un equipo de fútbol.

Por su fuerte y tradicional vinculación la institución biblioteca, el local o ámbito de aplicación del conocimiento profesional en el área es fácil de ser constatado lo que constituye un factor importante para el análisis de los contenidos profesionales del área de BCI. Así se observa que los contenidos o disciplinas de BCI pueden ser aplicados no solamente dentro de la biblioteca, sino también en otros contextos informacionales.

Con base en esos principios se puede concebir un modelo que clasifica las disciplinas y los contenidos de información profesional en BCI de acuerdo con dos dimensiones. La primera representa la medida en que esos temas o tópicos tuvieron su origen en los dominios tradicionales de la biblioteconomía, o sea disciplinas que originadas en otras áreas fueron aplicadas o adaptadas a contextos bibliotecarios. Y una segunda dimensión representa el dominio de la aplicación de esas disciplinas o contenidos. Visto desde ese ángulo, un conocimiento profesional puede ser aplicado estrictamente en bibliotecas o en campos informacionales más amplios.

Así mismo se observa que contenidos de otras disciplinas (representadas en el cuadrante superior derecho de la figura 1) como marketing de servicios de información, planeamiento en bibliotecas, automatización de bibliotecas, sistemas de información en línea, sistemas de multimedia en bibliotecas y otros tuvieran su origen en áreas de administración en computación y han sido aplicados en contextos de bibliotecas. Sin duda esas son innovaciones curriculares fundamentadas en la medida que ellas tracen conocimiento relevante producido en otros campos para el contexto bibliotecario. Los programas de educación continua son especialmente beneficiados con ese tipo de abordaje del desarrollo curricular.

Contenidos como teoría de la clasificación, construcción de tesauros, sumario e indización, servicios de referencia, organización y acceso de información constituyen parte de un núcleo conceptual del área. Esas disciplinas tuvieron su origen en BCI y son normalmente orientadas a contextos de bibliotecas.

El cuadrante inferior derecho engloba disciplinas como economía de información, sociología de información, política de información, industria de información electrónica, impactos sociales de la tecnología de la información y otras que se originan en otras áreas del conocimiento y fueron direccionadas para tratar contenidos informacionales amplios, no necesariamente vinculados a la institución biblioteca. Esa tendencia también constituye una contribución importante porque esos contenidos posibilitan a los alumnos enfocar su actuación profesional sobre una perspectiva social, económica y tecnológica más exigente.

El cuadrante inferior izquierdo incorpora conocimiento con gran potencial de aplicación, ahondando un poco explorando así merece análisis detallado. Se encontraron contenidos originarios en BCI que pueden ser aplicados en contextos informacionales amplios. Estudios de usuarios de información para negocios (p. ej. Auster y Choo, 1994) ejemplifican ese tipo de aplicación. Otras posibilidades son la aplicación de principios de organización y tratamiento de información en proyectos de bases de datos, publicaciones electrónicas, producción de medios gráficos y otros. En general esta estrategia no ha sido explorada debidamente por escuelas y departamentos del área de BCI. Se acredita que en ese cuadrante se encontraron grandes oportunidades para el crecimiento e consolidación de BCI. Al direccionar el conocimiento tradicional del área a contextos informacionales amplios, en el área irá a ser aumentada su respetabilidad, a contribuir a la solución de problemas de información en innumerables contextos.

En cuanto a la importación de conocimiento originado en otras áreas ciertamente contribuye a la formación de profesionales con una visión amplia de las cuestiones informacionales de la sociedad, la exportación de conocimiento “nativo” para otros contextos informacionales constituye apenas una gran oportunidad para las escuelas y departamentos del área y sus egresos, mas representa también una inestimable contribución para gerenciar los recursos informacionales de la sociedad como un todo. Ese tipo de contribución puede ser ejemplificado por la aplicación de principios de clasificación y el concepto de desarrollo de documentos electrónicos como bases de datos y web sites.

Los argumentos expuestos fundamentan la convicción de que hay valiosas oportunidades para la introducción de innovaciones en los programas educacionales del campo de la información. En cuanto a la absorción de conocimientos de otras áreas constituye un aspecto importante de se proceso, la aplicación de los conocimientos específicos del área de información en otros contextos permitirá la ocupación de nuevos espacios para las escuelas y para los profesionales.

CONCLUSIONES

A partir de un análisis de oportunidades y amenazas presentes en el ambiente profesional del área de biblioteconomía/Ciencia de la información, este trabajo procuró alientar la necesidad de las escuelas y departamentos de adoptar nuevas estrategias y nuevos posicionamientos en sus programas educacionales direcionados a la formación de profesionales de la información. Inicialmente defendió la modificación de las denominaciones de los programas educacionales, una vez que los términos biblioteconomía y bibliotecario evocan equivocadamente la imagen de profesionales que trabajan exclusivamente con libros en local llamado biblioteca.

En Brasil la legislación que reglamenta el ejercicio profesional no se encuentra en armonía con las nuevas realidades con las cuales se enfrentan los profesionales de la información. Es necesario el esfuerzo conjunto por parte de la comunidad académica (docentes, alumnos y dirigentes) de las entidades para debatir y encontrar soluciones a los problemas. Los criterios recientemente adoptados en otros países para categorizar profesionales podrían servir como un punto de partida para ese debate.

La marca de un producto es parte integrante de un “paquete” que es ofrecido en el mercado para atender las necesidades de los consumidores. El asunto en pauta o nombre (o marca) de la profesión no sugiere su contenido, que consiste en la prestación de servicios y la elaboración de productos de información. Este aspecto es reconocidamente complejo, y si no se llega a una pronta solución, los profesionales del área continuarán perdiendo su espacio en el mercado.

No se pretende con los cambios propuestos minimizar la importancia de las bibliotecas en la sociedad. Por el contrario, especialmente en un país como el nuestro, los servicios prestados por las bibliotecas son inestimables y fundamentales para la formación de una base de conocimientos en la cima la cual se apoya en el desarrollo de los planos tecnológico, económico, cultural y otros.

Es importante promover el desarrollo de las bibliotecas, inclusive para que ellas puedan prestar mejores servicios para el pueblo. De hecho el punto de vista del conjunto de productos y servicios posibles de ser ofrecidos dentro de una nueva concepción de la práctica profesional, los efectos serían dramáticos. Sobre esa nueva perspectivas, las bibliotecas podrían ampliar su papel como agencias de información y pasarán a ofrecer nuevos productos y servicios para los clientes tradicionales (por ejemplo, acceso a bases de datos), como también podrían obtener nuevos usuarios, tales como empresarios y profesionales libres (por ejemplo, con la prestación de servicios de información tecnológica y para negocios).

En cuanto a los programas de capacitación profesional el área de BCI, la importación de conocimientos originados en áreas tales como Administración, computación, telecomunicaciones, economía, sociología y otras constituyen una estrategia importante en la promoción de un conjunto variado de habilidades que serán muy valiosos para promover la competitividad de los profesionales de información en el mercado de trabajo. Sin embargo a pesar de ser necesaria, esa estrategia no explora debidamente la potencialidad de un conjunto de conocimientos en los cuales la BCI está fundamentada. Por ejemplo, se acredita la aplicación de principios de las áreas de catalogación y clasificación en contextos no bibliográficos (construcción de web sites, bases de datos, y sistemas de informaciones gerenciales, etc.) constituye una oportunidad prácticamente inexplorada para graduados de las escuelas y departamentos de BCI.

La aplicación del conocimiento tradicional de la biblioteconomía en nuevos ambientes y contextos apenas ayudará a desarrollar nuevas oportunidades de mercado para los profesionales, mas también contribuirá decisivamente para efectiva gerencia del acervo de conocimiento.

Arquitectura bibliotecaria

El siguiente artículo sobre arquitectura bibliotecaria, es parte de un trabajo de investigación que fue realizado para la cátedra Administración de bibliotecas.

I. CONCEPTOS

Biblioteca:

Según la definición de la UNESCO es “una colección organizada de libros y publicaciones periódicas impresas y de otros documentos, sobre todo gráficos y audiovisuales, servida por un personal encargado de facilitar el uso de ella por los lectores para su información, investigación, enseñanza o recreo.

En el informe del Grupo de Trabajo de Bibliotecas Científicas y Públicas, contenido dentro del Plan de Información y Documentación Científica (IDOC) después de clasificar las bibliotecas, haciendo comparaciones con las clasificaciones de IFLA y de la UNESCO define la biblioteca como: “Las instituciones culturales donde se conservan reúnen, seleccionan, inventarían, catalogan, clasifican y difunden conjuntos o colecciones de libros manuscritos y otros materiales bibliográficos o reproducidos por cualquier medio, para su lectura en sala pública o mediante préstamo temporal al servicio de la educación, la investigación, la cultura y la información”.

Arquitectura:

Es el nombre que se le da al arte y a la técnica de la construcción cuyo objetivo es el de satisfacer las necesidades prácticas de albergue y de expresión cultural de los pueblos civilizados. La arquitectura abarca la construcción de edificios y monumentos de toda índole, pero en su acepción más estricta se limita a construcciones habitables por el hombre o destinadas a servir para su recreación o culto.

Edificios inteligentes:

Concepto que comienza a emplearse a comienzos de los años 80, es la integración perfecta entre las actividades y los servicios que se prestan en la edificación(telecomunicaciones, tecnología avanzada, videoconferencias), edificio automatizado

II. SINTESIS HISTORICA

De siglos antes de Cristo solo referencias nos quedan de la majestuosa biblioteca de Alejandría en la época de Ptolomeo II y algunos planos de bibliotecas Griegas y Romanas depositarias del conocimiento contenido en pergaminos y papiros.

No es sino a fechas posteriores a 1500 cuando se comienza a perfilar un cambio sustancial en los números de los volúmenes de las bibliotecas gracias a ese gran invento de Gutemberg “La imprenta”.
Por citar algunos ejemplos colecciones como la de Universidad de Göttingen que sólo tenían 12.000 volúmenes para 1737 ven aumentos vertiginosos en menos de 50 años a 110.000 volúmenes.

Este aumento vertiginoso en el número de los libros existentes antes de la imprenta origina un cambio en la forma de visualizar la biblioteca por parte de los arquitectos los cuales comienzan a pensar en espacios más amplios con estanterías más numerosa es lo que se contempla en los proyectos de bibliotecas como la del París y el British Museum por citar algunas las cuales siglos mas tarde tendrían que ser sustituidas por nuevas edificaciones más amplias por el mismo motivo por el cual fue creada la búsqueda de espacios amplios que ofrezcan al lector áreas mas aptas para actividades como la lectura, investigación, esparcimiento, etc.

Es a partir de finales del siglo 19 y comienzos del 20 cuando la arquitectura y la ingeniería comienzan a descubrir nuevos elementos para las construcciones tales como: el vidrio el concreto armado los cuales se han vuelto aliados incondicionales del antiguo ladrillo y han permitido crear edificaciones más amplias, ventiladas, iluminadas, etc.

Es notable citar a unos de los arquitectos modernos integrador de la arquitectura con la biblioteca y el ser humano y además fue un amante de los libros y la lectura esta persona es el norteamericano Louis I. Kahn el cual decía lo siguiente: “El edificio de una biblioteca debería ofrecer un sistema de espacios adaptable a sus necesidades en el tiempo: los espacios y su forma consecuente como edificio deberían originarse a partir de generosas interpretaciones del uso más que de la satisfacción de un programa para un sistema especifico de operación.”

Kahn fue un estudioso de la arquitectura antigua admiraba a los egipcios griegos romanos por sus majestuosas obras e incluso en sus bocetos no dudaba en incluir elementos arquitectónicos de estas culturas. A Kahn se le debe el gran aporte que hizo con su teoría de luz y silencio la cual decía: “El Silencio contiene nuestros deseos; el deseo de aprender, de reunirnos y de alcanzar un estado de bienestar; es decir, todos aquellos atributos que definen nuestra humanidad. El significado esencial de una institución, que Kahn llama “forma”, existe en este espacio. La Luz se relaciona con la representación tangible del mundo de las ideas. La transformación del Silencio en Luz se realiza a través del “diseño”, que existe entre ambos, en el ámbito de las sombras.”

A continuación se tomarán dos casos de nuevas sedes de Bibliotecas las cuales fue necesario su construcción debido al crecimiento de las colecciones existentes en las abarrotadas sedes de sus bibliotecas nacionales, el primer caso:

LA BIBLIOTECA NACIONAL DE FRANCIA FRANCOIS MITTERRAND:

El 14 de Julio de 1988 François Miterrand anunció la creación de una biblioteca completamente nueva y distinta todas las demás para reemplazar la antigua Biblioteca Nacional. Al año siguiente un comité de selección se decidió por un diseño del arquitecto Dominique Perrault donde predominaron los conceptos claves como luz, altura y alta tecnología.
En 1995 se inaugura un recinto con cuatro grandes torres transparentes con todo tipo de espacios de trabajo con mesas y lámparas individuales y plazas adaptadas a la consulta de microfichas, microfilmes, documentos de gran formato, catálogos, CD Rom y multimedia también Cinco departamentos: Literatura y Arte, Filosofía, Historia y Ciencias Humanas, Derecho, Economía y Política, Ciencia y Tecnología, y audiovisuales que ofrecerán los textos básicos en cada disciplina.
El año siguiente 1996 el presidente Jacques Chirac inauguró las salas de lectura con un espacio con capacidad para 1700 personas y para unos 180.000 libros de consulta en la zona denominada “Alto del jardín.”
El espacio total utilizado para esta construcción fue de 250.000 Km. 2 alberga unos 11.000.000 de libros, emplea alrededor de 2000 personas

LA BIBLIOTECA NACIONAL DE VENEZUELA:

Bajo la dirección de Virginia Betancourt el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Biblioteca emprende su proyecto de mayor trascendencia la creación del nuevo edificio sede de la Biblioteca ubicado en los alrededores del Panteón Nacional dentro del Foro Libertador cubriendo una extensión de terreno de 10.100 m2 teniendo un total de 80.000 m2 de construcción.
Fue diseñada para satisfacer las necesidades presentes y con previsiones para el futuro, para llegar a albergar una colección de hasta cinco millones ochocientos mil volúmenes y ofrece una capacidad de mil setenta y siete puestos de lector en once salas de lectura de material bibliográfico y no bibliográfico y especial
Luego de realizar estudios posteriores a dichas bibliotecas encontramos que en la Biblioteca de Francia el exceso de luz y calor se hacen presentes debido a una falla de diseño solo vista después de concluida la edificación.
En la Biblioteca Nacional se presenta un problema en sus sótanos debido al paso por debajo de su estructura de una quebrada la cual al iniciarse el período de lluvias en el país afecta los depósitos de la estructura esto no fue previamente estudiado y hoy en día ocasiona problemas múltiples como la suspención del servicio y el deterioro de materiales

OTRAS EDIFICACIONES DE IMPORTANCIA MUNDIAL:

BIBLIOTECA DE DINAMARCA:

Esta constituida por dos edificaciones, un edificio antiguo construcción clásica danesa del siglo XVIII, y un fastuoso anexo moderno llamado el diamante, formado por la integración de elementos arquitectónicos funcionales como el aluminio el concreto y el vidrio, según los arquitectos simplemente el diamante será “el edificio más llamativo de todo Copenhague.

BIBLIOTECA PUBLICA DE LA HAYA.

Es un edificio compartido con los poderes municipales, consejo y archivo. Es una biblioteca automatizada, su estructura es la integración perfecta del aluminio y el vidrio.

BIBLIOTECA PUBLICA DE SAN FRANCISCO:

Respetando el urbanismo de la zona conserva la estructura externa de las edificaciones clásicas de San Francisco, pero en su interior ofrece todas las ventajas de un edificio moderno, este proyecto fue desarrollado bajo el concepto de biblioteca saludable ya que dentro de ella se dan las condiciones favorables para resguardar la salud de usuarios y empleados ya que presenta iluminación, ventilación, así como normas de aseo e higiene que no permiten el desarrollo de polvo y hongos. Es una biblioteca de gran actividad

BRITISH LIBRARY:

Esta imponente edificación posee un gran patio central que permite la interconexión entre los diversos departamentos que la componen, sus espacios interiores son simplemente magníficos, existe él predomino de estructuras metálicas, aquí se encuentra ubicada la biblioteca del rey edificio independiente pero que forma parte del conjunto arquitectónico, posee normas estrictas para los usuarios que deseen investigar en dicha colección.

III. NORMATIVAS NACIONALES E INTERNACIONALES

En el ámbito nacional existen pocos documentos con relación a la arquitectura de bibliotecas sólo existen unos documentos normalizados de la biblioteca nacional que durante los años 95 al 98 llegaron a treinta y dos (32) y reposan en el Centro de Información Bibliotecológica.

En el ámbito internacional las normas FIAB (Federación Internacional de Asociaciones Bibliotecarias) fueron creadas en 1954 para ser aplicadas en países desarrollados, luego de varias modificaciones y adaptaciones se presentaron en el año 1973 como las normas que pueden ser aplicadas y adaptadas en cualquier país. Encontrándose normas exclusivas para colecciones, grupos especiales, personal, edificios entre otros

Las normas Indian Standard pueden ser aplicadas para la construcción de cualquier tipo de biblioteca establecen elementos que deben considerarse en la planificación arquitectónica de un edificio bibliotecario, tales como: ubicación espacios para la circulación, calculo de superficies (m2) distribución espacial de los servicios, protección, ambientación, etc.

Las normas cubanas son aplicables para la construcción de bibliotecas pública y escolares y en su contenido poseen pautas como: condiciones físico ambientales, localización y emplazamiento, solución estructural y especificaciones generales de mobiliario e instalación, entre otros.

IV. PROGRAMACION

Según el Manual de Proyectos Arquitectónicos de Bibliotecas Públicas de la Dirección de Bibliotecas Públicas nº BP 030-98, serie Arquitectura, en la programación de una biblioteca se cuantifican y jerarquizan variables para definir en términos más precisos las características de un determinado servicio.
Las variables a considerar son: Población, Ubicación, Emplazamientos y El Edificio.

4.1 POBLACIÓN:
Las normas para equipamiento urbano, promulgadas por el Ministerio de Desarrollo Urbano en Gaceta Oficial nº 33289 del 20 de Agoto de 1985 establecen en las tablas de áreas mínimas para usos comunales, la biblioteca comunal como uso en un ámbito intermedio cuya población oscila entre 30.000 y 50.000 habitantes.
En los criterios y normas a aplicar en el desarrollo de urbanizaciones y parcelamientos en el Area Metropolitana de Caracas, emitidos por la Oficina Metropolitana de Planeamiento Urbano, se considera la Biblioteca Central como uso cultural para una población mínima de 20.000 habitantes.
La política del IABN, apunta hacia un índice que permite penetrar más profundamente en las comunidades, a la vez que facilite la expansión de la acción impulsora del desarrollo intelectual y del aspecto físico espacial del país; este índice establece una población mínima de 10.000 habitantes, para un servicio de 260 m2 denominado Salón de Lectura.

4.2 UBICACIÓN:
Las normas de Mindur en su artículo establecen las características físicas en los terrenos destinados al equipamiento urbano, aplicables a las bibliotecas públicas del país. Estas normas en su artículo 13 establecen “Los equipamientos urbanos deben dotarse de fácil acceso para todos los usuarios y agruparse de acuerdo a su complementariedad y compatibilidad”.
En cuanto a la ubicación de la biblioteca debe estar céntricamente ubicada a las áreas residenciales a servir, la accesibilidad debe estar dada tanto por su ubicación como por la jerarquía de la vialidad que le da acceso, como por los servicios de transporte públicos existentes o factibles por ello se recomienda su ubicación en vías primarias o cercanas a ellas y por último debe ubicarse en entornos poco ruidosos y seguros próximos a parques, centros culturales, etc.

4.3 AREAS EXTERIORES:
Se recomienda para evitar costos de mantenimiento de instalaciones mecánicas, que las edificaciones se desarrollen en un máximo de tres (3) pisos. Si el terreno obliga a un crecimiento mayor de 3 pisos, se deben estudiar muy especialmente los flujos de circulación vertical y prever montacargas y ascensores que faciliten la movilidad de bienes y personas entre los servicios.

4.4 EDIFICACION:
El edificio será lo suficientemente flexible, para aceptar los cambios que origina la dinámica de los servicios, es decir debe adaptarse al concepto “Planta Libre” con el menor número de paredes interiores o tabiques realizados en concreto o mampostería, pues la dinámica de los servicios se refiere a demandas de usuarios y procedimientos de manejo de materiales bibliográficos y no bibliográficos. No deben establecerse modelos detallados para la edificación, sino más bien criterios de carácter funcional.

V. PROYECTO
El proyecto comprende toda la información necesaria para ejecutar la edificación, se fundamenta en un modelo teórico normativo y se dimensiona con una programación que lo acota.

5.1 AREAS:
Según la accesibilidad, la biblioteca presenta (3) zonas bien diferenciadas en la programación: zona pública, zona de control y zona privada.
En la zona pública están aquellos ambientes de libre acceso público como el hall de acceso, información exposiciones, talleres, usos múltiples, sanitarios y el área de control que articula con la zona controlada.
La zona controlada ubica aquellos ambientes que al contar con colecciones requieren ser resguardadas, salas de lectura, general e infantil, referencia, etc.
La zona privada: agrupa las oficinas, procesos técnicos, depósitos, descanso, etc.

5.2 RUIDOS Y ACUSTICA:
La acústica es la ciencia que estudia la formación, propagación y propiedades del sonido y sus aplicaciones. A su vez es el grado de ruido interno que se produce en una biblioteca por conversaciones, movimientos de escaleras, pasos, Los ambientes generadores de ruido son los de usos múltiples como: talleres, sala infantil, lectura informal, prensa diaria, hall de acceso entre otros:
Cabe destacar que el nivel de sonido en una biblioteca debe estar ubicado entre 40 a 50 decibeles, nivel moderado que permite un cierto grado de privacidad. Por ello cuando se piensa en la ubicación de la biblioteca es fundamental preservarla de ruidos externos, tomando en cuenta la zonificación.

Hay otros factores a tomar en cuenta como usar mobiliario o cerramientos adecuados para el aislamiento del sonido, el uso de corchos plafones acústicos cielo raso, etc.

5.3 ILUMINACION:
La luz viene a ser una forma de energía radiante que produce la sensación de la visión del ojo humano.
La iluminación debe ser prevista en función de las actividades que se realizan en cada espacio: lectura, audición, administración, exposición, etc. La lectura es la actividad que más nivel lumínico necesita y su consecuencia, el caso a estudiar con más atención. Es necesario procurar que las fuentes de luz natural o artificial estén ubicadas cenitalmente para lograr una mejor iluminación sobre el plano de la lectura.
Cuando la iluminación natural no es suficiente, debe garantizarse el confort lumínico a través del uso complementario de iluminación artificial. Para la dotación de iluminación artificial es recomendable el uso de lámparas fluorescentes.
Es deseable la utilización de luz natural, pero debe evitarse la incidencia directa de los rayos solares sobre los materiales bibliográficos y no bibliográficos los lectores o las personas.

5.4 VENTILACIÓN Y TEMPERATURA:
Todos los ambientes de un recinto bibliotecario deben ser térmicamente confortables. En el caso de las localidades excesivamente calurosas y solamente cuando es imposible lograr niveles aceptables de temperatura.
Debe recurrirse a sistemas mecánicos de enfriamiento y ventilación, como es el caso de nuestro país, que por su característica de pertenecer al tópico posee condiciones de temperaturas altas.
La temperatura interior debe oscilar entre los 19 y 24 grados centígrados, tratando siempre que la temperatura elegida entre los parámetros establecidos se mantenga constante, para ello es necesario un control permanente de todos los equipos.

5.5 ESTRUCTURA:
Cuando se utilizan entrepisos para ubicar las colecciones, la estructura debe contemplar sobrecargas mayores a las usuales, la norma para el cálculo estructural es de 750 Kg./m2 de sobre carga y puede llegar a 2000 Kg./m2 si se usa estantería compacta.
Las alturas libres mínimas de los servicios deben ser de 2.60 mts. Otro elemento a considerar, para definir las alturas de entrepiso de los edificios son los elementos estructurales (vigas) ductos y tuberías

5.6 NUEVAS TECNOLOGÍAS:
Es recomendable prever redes de instalaciones de sonido y computación en las edificaciones cuya programación lo permita, especialmente en las áreas de consulta, oficinas y usos múltiples.

5.7 SEÑALIZACIÓN:
La señalización tiene por objeto orientar visualmente al usuario hacia el servicio, luego a las diferentes dependencias y una vez en ellas, proporcionar una idea de su organización interna. Se desea con ello reducir la incertidumbre del usuario y hacer más eficiente el funcionamiento del servicio.

VI. REFLEXIONES

Sin lugar adudas las bibliotecas del siglo XXI serán:
Depositarias del conocimiento humano.
Ofrecerán un servicio eficiente.
Serán sensibles a la naturaleza humana.
Armonizarán con el entorno.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1-.Bibliotecas: publicacions del col.Legi D`Arquitectes de Catalunya / Colegio de Arquitectos de Cataluña, 1989. – 200p.
2- Browne, Michael. Arquitectura: instalaciones. / Michael Browne. – Editorial Blume. – España, 1970. – 100p.
3- Federación Internacional de Asociaciones Bibliotecarias. Normas para bibliotecas públicas. – Madrid : Asociación Nacional de Bibliotecarios y Archiveros y Arqueólogos, 1974. – 111p
4-Indian Standart Institution. Normas relativas a los elementos primarios en el diseño de edificios para bibliotecas, 1960. – 16 h.
5-.Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas. Proyectos Arquitectónicos de Bibliotecas Públicas. – Caracas, 1998

La fabulosa biblioteca de Alejandría

La fabulosa biblioteca de Alejandría

Aqui estoy de regreso luego de concluir mi trabajo de grado, ahora con un poco mas de tiempo para poner a su disposición información sobre el fascinante mundo de las bibliotecas he aqui una de ellas Bibliotheca Alexandrina.

La biblioteca de Alejandría pasado y presente:

El período de la edad antigua tuvo adelantos interesantes en gracias a los libros y las bibliotecas pero la maravilla mayor de entre todas las bibliotecas conocidas en la antigüedad fue la biblioteca de Alejandría y su correspondiente museo, La biblioteca funcionaba en el Museion, un complejo de artes y ciencias que incluía laboratorios, conservatorios y hasta un zoológico. A mediados del siglo III a. C. albergaba unos 700.000 papiros manuscritos. Los recopilaban especialistas que no se hicieron famosos como bibliotecarios sino como científicos, entre ellos Arquímedes y el astrónomo Aristarco. Allí estaban las obras de Platón, Aristóteles, Sófocles, Eurípides, Tucídides, Hipócrates y Euclides. La biblioteca también funcionaba como un enorme taller de copiado de manuscritos, para su distribución en el mundo antiguo. Esta maravilla de la antigüedad fue fundada por Alejandro magno en el año 322 a. C. Tras haber conquistado Egipto. Y aunque nunca la vería, el ilustre guerrero, fundó en la desembocadura del Nilo la que sería la ciudad más bella del mundo y la metrópolis helénica por excelencia, a la que sólo volvería después de su muerte en Babilonia. Alejandro era hombre de libros, leía incesantemente a Homero que lo encendía con las épicas hazañas de sus antepasados que él estaba destinado a continuar y superar.

A la muerte de Alejandro en 323 a. C., en el reparto del imperio, la tierra de los antiguos faraones correspondió a Tolomeo, amigo de la infancia y uno de los siete generales, de la escolta personal del gran rey. Tolomeo I, inició la dinastía de soberanos helenos en Egipto. Tolomeo I materializó el gran sueño de Alejandro Magno, con la fundación de la ciudad cuyos palacios, templos, puentes, canales, plazas y jardines constituían según Estrabón "el más grande emporio en el mundo habitado". El mausoleo y la tumba de Alejandro fueron durante siglos reverenciados por peregrinos reales y plebeyos, venidos de distantes lugares, atraídos también por el esplendor de la cosmopolita urbe que albergaba entre tanta maravilla, la mayor colección de conocimientos humanos jamás reunida, la Biblioteca de Alejandría y el Museo adjunto.

Alejandría fue la capital de Egipto hasta el año 969 d. C. Para entonces, ya hacía varios siglos que había perdido su fabuloso tesoro, carbonizado en incendios. La primera mutilación, occidental, ocurrió en el año 48 d. C., cuando Julio César mantenía sitiada a la ciudad. Más tarde, Marco Antonio se hizo cargo de los daños: no sólo costeó la reconstrucción de la biblioteca, sino que regaló unos 200.000 manuscritos a Cleopatra. En 272 d. C. volvió a arder, por orden del emperador Aurelio. En 391, las llamas vinieron de la rabia de los cristianos, furiosos por el culto a Serafis y por las obras paganas contenidas en los anaqueles. El golpe de gracia se lo dio en 638 el califa Omar: "Si los escritos de los griegos coinciden con el Corán, son inútiles y no es necesario conservarlos. Y si no coinciden, entonces son perniciosos y deben ser destruidos". Los restos fueron demolidos en 642, por orden del general árabe Amribn Al As, y desde entonces permanecen sumergidos, en algún sitio aún no localizado frente a la moderna Alejandría.

En 1974, Mamdough Lofti Diowar, quien era rector de la Universidad de Alejandría, hizo pública su utopía de resucitar la mítica biblioteca de su cuidad. A mediados de los 80, la UNESCO ya había resuelto apoyar esta idea. Recién en 1989, tras un concurso internacional, se adjudicó la construcción de la obra a un consorcio noruego en colaboración con Christoph Kapeller, arquitecto austríaco radicado en los Estados Unidos. El 12 de febrero de 1990, un grupo de altos mandatarios de varios países firmó la Declaración para el Renacimiento de la Biblioteca de Alejandría, con la cooperación de la UNESCO y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En ese acto donaron los primeros 65 millones de dólares.

Sólo la construcción del edificio central costó 149 millones de dólares. Se trata de un gigantesco cilindro de techo inclinado que parece emerger del mar, y que contiene la sala de lectura más grande del mundo, con capacidad para 2.000 personas. A pesar de que un tercio de la biblioteca está bajo tierra, la luz natural se desliza por las dependencias desde que sale el Sol hasta que se pone. Elegante e imponente, el edificio tiene una altura de 31 metros, exactamente. Para el diseño. La biblioteca está rodeada por una pared de granito con cientos de pictogramas, símbolos, jeroglíficos, signos, letras y trazos de todas las escrituras y alfabetos conocidos.

Al igual que la antigua biblioteca, ésta también es un complejo científico, conformado por tres edificios. Incluye un centro de conferencias, un planetario, una escuela internacional de ciencias de la información, una biblioteca para jóvenes y otra para no videntes, un museo de ciencias, un instituto de caligrafía y un laboratorio de restauración de manuscritos, de los que ya hay cien mil.

Grandes bibliotecarios

Grandes bibliotecarios

Melvil Dewey por Daniel A. Rigual Martínez

Melvil Louis Kossuth Dewey (foto de la parte superior) nació el 10 de diciembre de 1851 en el centro de Adams al lado de Watertown Nueva York. En el centro de Adams el padre de Dewey, Joel , trabajaba como zapatero además de manejar una tienda de artículos en general. En los tiempos libres de Melvil este ayudaba a su padre. A la edad de 15 años comenzó un diario en el cual se encuentran escritas actividades de desarrollo fisico y mental tales como; pesca, caza, patinaje, correr a caballos y otros.

En su niñez Dewey consideró ser un misionero sin embargo, en sus años universitarios se inclinó hacia la educación. Sus ideas en la educación se desarrollaron rápidamente, las cuales se dividieron en dos etapas: una educación formal desde su niñez hasta la universidad; la otra, una educación en casa, la cual continuará através de la vida.

A la edad de 17 años tomó un examen que le proveyó un certificado de maestro el cual utilizó por corto tiempo. Cuando su padre vendió la tienda en Watertown tuvo que mudarse para Oneida, allí se matriculo en el seminario de Oneida y en la Universidad de Alfred para prepararse para sus años universitarios.

En el 1870 Melvil Dewey se matriculó en el Colegio de Amherst graduándose en el 1876. En sus años universitarios todo fue rutinario; participando en eventos sociales y asistió a programas ofrecidos por la universidad. Esta también ingresó a dos organizaciones a la Delta Kappa Epsilon y Antivenenean Society; siendo un miembro leal de la primera organización mencionada.

Mientras fue parte de la Sociedad Antivenenean se dedicó a la búsqueda de una forma en la cual se ahorrara tiempo en la escritura, interesándose en la taquigrafía. Usó esta forma de escritura en su diario, notas, apuntes y mensajes; desplegando una pasión por las abreviaciones. Este tenía más amigas mujeres que hombres. Su único y mejor amigo lo era Walter S. Biscoe, quien le acompaña en estudios, charlas, ocasionalmente escuchando música y lecturas.

Durante sus estudios en Amherst College trabajó como asistente de bibliotecario, luego, al graduarse, como bibliotecario. Allí se percató que la compilación de libros necesitaba una mejor organización para así poder facilitar la búsqueda de libros. Determina en ese momento que debería estudiar los procesos en las diferentes bibliotecas de cómo manejar la circulación de libros. Visitó entonces alrededor de unas cincuenta bibliotecas entre Nueva York y Nueva Inglaterra. De esta forma decidió que un sistema de clasificación debería ser encontrado para facilitar y simplificar este proceso. Este sistema tenía que ser uno el cual pudiera ser aplicado universalmente sin que hubiera que cambiarlo constantemente. Un domingo, mientras asistía a la iglesia se le ocurrió el proceso: utilizar números arábigos como decimales. Este plan era básico solo se asignaba a todos los libros de conocimiento humano una clase de número decimal colocándose según los aspectos de discusión de cada materia, todo en orden del índice alfabético relativo. En mayo de 1873 Dewey hizo la propuesta de utilizar este método en la Biblioteca de Amherst recibiendo permiso para utilizarla. Procedió luego a publicar su trabajo el cual fue impreso en 1876. El primer capítulo de este libro se lo dedica a los profesores de Amherst y a su gran ayuda brindada mientras hacia sus estudios; el restante habla sobre la introducción a la clasificación.

Toda la vida de Louis Kossuth fue un proceso en el cual nunca dejó de trabajar y aportar a su carrera de bibliotecario.

Otras fechas a mencionar son:

1876 - Dewey deja la Universidad de Amherst y se establece en Boston

Octubre - Se funda en una convención de Filadelfia la Asociación de Bibliotecas con Justin Winsor como presidente y Melvil Dewey como secretario.

1877-79 - Dewey se mantuvo en el comite suplidor de la ALA.

1878 - Organiza la compañía de Reader and Writter Economy.

1880 - Renuncia al Reader Writter Economy.

1881 - Compra el Departamento Suplidor de las librerías, la cual cerró en el 1882.

1882 - Estableció la Library Bureau en la cual fue presidente por 25 años.

1883 - Se construye una librería en la cual se considera a Melvil Dewey y sus ideas, contratando a este.

1883-1887 - Universidad de Columbia le da la oportunidad a Melvil Dewey de poner en práctica sus teorías. La biblioteca construida, ya antes mencionada, le brinda a Dewey él poder hacer unas adaptaciones básicas para hacer una biblioteca eficiente. De esta forma y por primera vez se hace la clasificación, descarte y catalogación de libros. Dando un acceso por autor, materia y título. Sin lugar a dudas se utiliza la clasificación decimal escrita por Dewey y dos nuevas adiciones a la clasificación escritas por Walter S. Biscoe, mientras trabajaron en el proceso.

12 de diciembre de 1888 - El consejo de regentes elige a Dewey como secretario de la Universidad del Estado de Nueva York y director de la Biblioteca de Estado de Nueva York.

20 de diciembre de 1888 - Manda su renuncia al Columbia College Trustees.

4 de febrero de 1889 - Se aprueba mover la librería escolar a Albany y se transfiere a Dewey y a Walter Biscoe a ésta.

En Albany Dewey trabajó enérgica y entusiasmadamente. Esto dio a Dewey la oportunidad de demostrar su habilidad administrativa y plantear sus ideas sobre la educación en el estudio de las librerías. Este promovió las ayudas estatales a las librerías, inauguró un sistema de librerías viajeras. Publicó en muchas formas listas de los mejores libros, catálogos modelos y otras ayudas para bibliotecarios con poco entrenamiento o experiencia. Dewey fue por once años Secretario del Consejo de Regentes. Mientras estuvo en esta trató de mantenerla fuera de la política y trabajó en la eventual unificación del sistema educacional.

1904 - La legislatura pasa un acta de unificación la cual trajo todas las actividades educativas bajo el Departamento de Educación del Estado.

21 de septiembre de 1905 - Dewey renuncia a su puesto de Director en la Biblioteca del Estado.

4 de diciembre de 1905 - Renuncia a su puesto de Director en la Biblioteca del Estado de Nueva York.

21 de septiembre de 1905 - Melvil Dewey a la edad de 54 años culmina su activa carrera de bibliotecario.

1905 - Dewey y su familia se mudan a Lake Placid.

26 de diciembre de 1931 - Melvil Dewey muere de una hemorragia cerebral.

Panizzi, Antonio (1797-1879)

Panizzi (Sir Antonio) erudito italiano, nacido en Brescello (Módena) y fallecido en Londres (1797-1879). Abogado en Módena, por estar afiliado al carbonarismo y haber tomado parte activa en la revolución piamontesa de 1821 hubo de huir a Inglaterra, donde fue nombrado profesor de italiano de la universidad de Londres (1828). Auxiliar bibliotecario del British Museum y en 1837, jefe de la sección de impresos del mismo; en el período 1856-66 fue su bibliotecario jefe. Al talento organizador de Panizzi, sobre todo, debe la biblioteca del British la sala circular de lectura y el catálogo. Dejó ediciones críticas del Orlando innamorato (1830-1831) y del Orlando furioso (1834), además de una reimpresión de Le prime quattro edizioni della Divina comedia (1858).
Tomado de Diccionario enciclopédico Salvat , Salvat editores, Décima edición, Tomo 9, 1962.

Panizzi (Antonio) literato y bibliógrafo, terminados los estudios de derecho, tomó parte activa en la política, y complicado en los movimientos insurreccionales, de 1820 y 1821, fue condenado a muerte, pero pudo escapar y se refugió en Londres, donde entabló amistad con su compatriota Hugo Foscolo. En 1828 fue nombrado profesor de lengua y de literatura italiana en la Universidad de Londres, y en 1831 ingresó en el British Museum, del que llegó ser bibliotecario jefe en 1856. Relacionado con los principales personajes ingleses, aprovechó su influencia para proteger a sus compatriotas desterrados, que encontraron en él un consejero y un amigo. En 1866 dimitió su cargo, y en 1868 fue elegido senador del reino de Italia. Bibliotecario y conservador del British Museum, su correspondencia sirvió para redactar las memorias de Sir Antonio Panizzi (1882).
Tomado de Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana, hijos de J. Espasa editores, Tomo XLI.

Bienvenido al weblog bibliotecactiva

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El presente blog aspira ser un vehículo que estimule la comunicación entre los profesionales de la Bibliotecología en Venezuela y el mundo. Por medio de este se espera mostrar investigaciones, proyectos, opiniones, etc, sobre diversos temas relacionados con el fascinante mundo de las bibliotecas, la información y el conocimiento.
Invito a todo el que lea la presente página a nutrirla y así compartir experiencias. De imagen inicial esta la impresionante "Biblioteca Central de la Universidad Central de Venezuela"Biblioteca Central UCV de la cual me siento muy orgulloso por ser ucevista y a la vez porque es "Patrimonio de la Humanidad"